Al principio éramos un par de jóvenes, cada cual con su propio pasado, sus experiencias vitales y sus anhelos. Cada cual llegó a Juventudes Marianas Vicencianas a través de un camino distinto y fue recorriendo una parte de su proceso catecumenal.
Y en el seno de JMV nos conocimos, compartimos amistades, proceso catecumenal y crecimiento; empezamos a sentirnos DOS, unidos en anhelos y en la fe.