Queridos voluntarios:
Unas palabras para compartir con todos/as el dolor y tristeza que he vivido por no poder celebrar este año nuestra Asamblea 2020. Nunca nos pudimos imaginar que algo así pudiese suceder, pero estamos comprobando y sufriendo esta triste realidad.
Ante esta situación tengo que decir, ¡Gracias Señor, por ser nuestra roca y fortaleza! Tú nos sostienes, y aquí estamos, trabajando con ilusión y poniendo todo nuestro amor para hacer Tu voluntad.