
Queridos voluntarios/as, Hijas de la Caridad y Padres Paúles:
Espero que en este tiempo de vacaciones hayáis podido disfrutar de un descanso reparador, momentos para renovar energías, y sobre todo para hacer acopio de ilusión ante el comienzo del nuevo curso.
Vamos a iniciar nuestra actividad y no podemos detenernos en lo que no pudimos conseguir ni añorar lo mucho que en otras circunstancias logramos hacer; todo lo que pertenece al pasado, en el pasado se queda. Ahora recordemos estas palabras: “A vino nuevo, odres nuevos” Con ellas el Señor nos invita a ser “odres nuevos”, para que en este curso que nos espera podamos dar lo mejor de nosotros mismos.