Queridos voluntarios/as, Hijas de la Caridad y Padres Paúles:
Espero que en este tiempo de vacaciones hayáis podido disfrutar de un descanso reparador, momentos para renovar energías, y sobre todo para hacer acopio de ilusión ante el comienzo del nuevo curso.
Vamos a iniciar nuestra actividad y no podemos detenernos en lo que no pudimos conseguir ni añorar lo mucho que en otras circunstancias logramos hacer; todo lo que pertenece al pasado, en el pasado se queda. Ahora recordemos estas palabras: “A vino nuevo, odres nuevos” Con ellas el Señor nos invita a ser “odres nuevos”, para que en este curso que nos espera podamos dar lo mejor de nosotros mismos.
Vivamos con mirada esperanzadora para ver todo lo bueno que podemos hacer con nuestro ánimo renovado, y también lo que podemos aprender de los demás. Olvidemos definitivamente lo que la pandemia nos impidió llevar a cabo y caminemos con la confianza puesta en Dios, pues pruebas tenemos de que siempre nos acompaña.
Estamos aprendiendo a convivir con situaciones y realidades nuevas; respondamos, a partir de hoy, con actitudes nuevas; esto no quiere decir que eliminemos la constancia, entrega, generosidad y amor que venimos dando durante siglos, pero tenemos que hacer algo nuevo para los tiempos nuevos que nos están tocando vivir. Nos hace falta una renovación y para ello necesitamos nuevos voluntarios que aporten ideas nuevas. Vivamos con un corazón nuevo.
Gracias a todos por vuestro apoyo. Sigamos unidos en la oración, para vivir con la alegría nuestra vocación de seguir a Cristo, sirviendo a nuestros hermanos más necesitados.
Un abrazo fraternal, y que San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac iluminen y sostengan nuestra acción de caridad.


Concepción Santiago Alonso
Presidenta Nacional de AIC
Si deseas descargar documento en pdf, pincha en el siguiente enlace:
Carta de la Presidenta Nacional en el comienzo del curso 2021-2022