San Vicente, no necesita flores para ser quien es, pero nosotros si necesitamos conocer sus virtudes, para poder recorrer el camino hacia Dios, tras los pasos de Jesús, como él lo recorrió.
Hoy, especialmente, reflexionemos sobre su vida e imitemos su modo de ser y de actuar, para llegar a ser útiles a quien nos necesite.
Seamos alegres, tenemos a Dios con nosotros.
Contagiemos alegría y esperanza a quienes sufren, viviendo un amor «AFECTIVO Y EFECTIVO»- San Vicente-.