Después, nuestro Padre Asesor Nacional, José Ignacio Caamaño C. M., nos comunicó desde la oración y reflexión personal «trabajando en sinodalidad hacia un mundo mejor» donde pudimos profundizar en cómo nuestra vida, nuestro voluntariado, ha de enraizarse en Cristo, siguiendo el ejemplo de San Vicente y Santa Luisa.
La tarde la hemos dedicado al trabajo en grupos que se ha plasmado en el árbol de la asociación, dando lo mejor de nosotros mismos, nuestros dones y talentos puestos a trabajar para bien de nuestra Asociación y contra todo tipo de pobreza.
Hemos terminado el día con una divertida rifa de regalos q han traído los asistentes desde todas las delegaciones.