Proyecto «Vivienda digna» – Granada

“VIVIENDA DIGNA PARA INMIGRANTES SIN RECURSOS”

Punto de partida

Espiritu y estilo vicencianos aunando voluntades y aglutinando esfuezos para el servicio y atención de los pobres, de los más necesitados, haciendo frente contra la injusticia.

Atención organizada. Atendiendo tanto las necesidades físicas como las espirituales.

Objetivos

Integrarnos dentro del Proyecto de Buenos samaritanos.

Participar en el compromiso de “acoger” “acompañar” e “integrar” a las familias migrantes necesitadas de los recursos mínimos para vivir con dignidad.

Compartir fe y vida

¿CÓMO?

–  Actualmente nos hacemos cargo del alquiler de un piso que es ocupado por una familia migrante sin recursos. Generalmente venezolanas e hispanoamericanas que, por diferentes motivos, han debido de abandonar su casa, su familia, su profesión, su vida. Y se encuentran, aquí y ahora, solos y sin medios para afrontar el día a día.

El piso es un paso transitorio. No hay que acomodarse. Es como un trampolín, utilizado temporalmente, hasta alcanzar los medios mínimos necesarios para vivir de manera autónoma e independiente; para vivir dignamente.

Actualmente el piso está ocupado por Salma y su hijo Diego. Y Mónica y su hija Nicolle. Esta última encontró trabajo. Colabora en los gastos del piso y, en breve lo dejará. Salma está pendiente de buscar algo que le pueda dar esa independencia.

Anteriormente estuvo una familia venezolana: Linda, Luis y sus dos hijos Sebastián y Fabián. Él ya trabaja y ella trata de homologar su título a fin de poder incorporarse a su profesión de odontóloga. Se sienten muy agradecidos por la ayuda que se les prestó.

– También colaboramos en Navidad ayudando a que los niños de estas familias tuviesen un regalo el día de Reyes. Contribuyendo así a que la magia de ese día no les abandonase aunque estuvieran lejos de su tierra y de los suyos.

A largo plazo y, progresivamente, una implicación mayor:

– Conociendo de viva voz todas estas historias que nos llevarán a una mayor sensibilización, empatía y solidaridad.

– Transmitiendo en nuestras familias, comunidades, iglesia…ese sentir y necesidades que nos transmiten estas personas.

– Implicación de todas las voluntarias, según gusto y actitudes, en diferentes áreas de trabajo a fin de ir cumpliendo los objetivos deseados.