Queridas voluntarias
He tenido la fortuna de disfrutar junto con M. Carmen Atalaya y Conchy Santiago el Encuentro nacional de nuestra Asociación en Salamanca.
Ha sido muy enriquecedor compartir con nuestra compañeras de toda España sus vivencias y trabajo, en un ambiente fraterno y esperando que el año que viene podamos vivirlo muchas.
Nuestra presidenta Conchy siempre acogedora, alegre, y animándonos a luchar por AIC, tal como nos pide el Papa Francisco, luchando juntas y compartiendo nuestros dones para ayudar a los más olvidados de nuestra sociedad.
El padre José Ignacio Caamaño, nuevo consiliario nacional, nos expuso la ponencia “Trabajando en Sinodalidad por un mundo mejor”. En su exposición se notaba el amor y el entusiasmo por colaborar en AIC, animándonos por la entrega y cariño que damos a los más necesitados. Resalto los siguientes puntos:
Nuestra Asociación testimonia la caridad de Cristo. Tenemos que vivir a Cristo, saber su misión para trabajar como Él y sentirnos amadas por El para mostrarlo a los demás.
- Actitudes de Jesús: Acogida, ternura, cercanía, ánimo para salir adelante,… y así llegar a una libertad interior.
- No soy Cristo, es Cristo quien trabaja en mí. No es mi grupo el protagonista, es Cristo quien trabaja en nosotras. Se tiene que ver a través del comportamiento cada una.
- Por estar comprometida con Cristo tengo que sentir que necesito a Dios, sin El no podemos hacer bien el trabajo.
- Orar, reflexionar, discernir, analizar y conocernos en el grupo para no perder de vista que esta Obra es de Cristo y los pobres deben descubrir a Dios en nosotras. “El que permanece en mi da mucho fruto, sin Mí no podéis hacer nada”
Nuestros amos y señores. El Espíritu del Señor está sobre mí, me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos.(Lc, 4, 18)
- Cristo es el rostro del hermano. No es dar materialmente, es darnos nosotros mismos.
- Cristo está en lo pequeño, en lo insignificante, seamos humildes y sencillos, aprendamos de Él.
- Quien no ama al otro, no puede amar a Dios. El amor es lo importante, es la razón de nuestra Fe.
- Siempre hay que decir la verdad, pero si tenemos que saber COMO decirla para no herir.
- Los pobres quieren que los escuchemos, ayudemos, defendamos,… no salir en una foto, PPS o periódico.
Nuestro grupo
- Escuchemos a los demás, todos necesitamos ser escuchados. Estemos atentos a lo que sucede, acojamos, sin imponer. No caigamos en el lastre “siempre lo hemos hecho así”, esto paraliza e inmoviliza.
- Acompañemos al que está al lado, dejemos SER al otro, promocionémoslo, trabajemos con el sin perder nuestra identidad vicenciana, todos somos necesarios.
- Como en cualquier familia, hay diferentes opiniones o rencillas, pero nos queremos y siempre existe el perdón.
- San Vicente y Santa Luisa nos vieron como un todo, con diferentes dones que se complementan y nos hacen más eficaces. Intentemos un mundo más humano.
- La AIC nació por voluntad de Dios, pertenecer es un regalo de Él, seamos creativos a su amor. ¿Somos conscientes que su futuro no se construye sin nuestra aportación?