XXX Encuentro Regional Delegación de Barcelona

«No puede haber caridad si no va acompañada de justicia» (SVP. C. II, 54)

Domingo, 17 de noviembre de 2019.

En los locales de los Padres Paúles de Barcelona, empieza la Jornada puntualmente, con la acogida de los participantes y una oración dirigida por Sor Mercedes Toribio HC, invocando al Espíritu Santo y poniéndonos en manos de María, finalizando con un video sobre el amor a los pobres. Dado que en el día de hoy se celebra la III Jornada Mundial de los Pobres 2019.

La Delegada Regional, Silvia Moya, abre la sesión saludando y dando las gracias por la numerosa asistencia, nos presentó a la presidenta Nacional, Concepción Santiago a quien agradeció de corazón su participación en el Encuentro. Después del cariñoso saludo de la Presidenta nacional, iniciamos una dinámica formativa con el P. Óscar Muñoz presentando el documento de la Conferencia Episcopal que se publicó en el 2015: «La Iglesia servidora de los pobres», nos explica cómo lo trabajaremos, mediante una presentación esquemática que pueda guiar la reflexión en grupo.

Los aspectos a destacar de la reflexión son:

Si estamos atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor, seremos capaces de ver, juzgar las situaciones y entrar en acción de manera solidaria, para desembocar en una caridad.

¿De qué manera podemos comprometernos? 

Reflexionamos sobre lo que es la pobreza y actuamos. Detectamos varias clases de pobreza en el mundo actual, derivadas de la crisis económica que va a más, de la corrupción, de males morales de diversa índole, del empobrecimiento espiritual, del individualismo… que tienen como denominador común la negación del ser humano, una marginación creciente y un culto sin medida a la inmediatez.

Somos voluntarios de la caridad dentro de la Iglesia y somos vicencianos desde la Iglesia. Los pobres son nuestros amos y señores. Son un sagrario en el que se encuentra Jesús. No son un fardo ni una carga.

Una vez finalizada la reflexión y las conclusiones a las que llega cada grupo, las ponemos en común, y después del descanso. Continúa la sesión con unas palabras de la Presidenta nacional, Concepción Santiago, que nos habla de nuestra labor como vicencianos, que no ha de ser de apropiación, aunque haga muchos años que hacemos las mismas cosas, sino de servicio y entrega, siempre renovados y dispuestos. Nos habla del liderazgo, entendido no como afán de dominio sobre los demás, sino como una gracia que nos es concedida para hacernos más visibles, para servir, más y mejor.

Se hace un repaso de diversos temas de interés general: Informes de grupo, Base de datos nueva, Estatutos, Asamblea Nacional 2020, Estudios vicencianos, Encuentro Internacional.

Silvia Moya, Delegada regional, comenta el trabajo que se está realizando para tener más presencia en redes sociales. También se refiere al boletín de «Justicia y caridad», que antes dirigía el P. Celestino. Se ha creado una comisión para activarlo de nuevo.

A continuación, se rinden cuentas del período comprendido entre el 1 de octubre de 2018 y el 30 de septiembre de 2019.

La Delegada Regional comenta al detalle los gastos producidos, cuyos justificantes se ponen a disposición, por si alguien desea consultarlos.

La venta de lotería ayuda a recaudar fondos, especialmente cuando sale premiada, como ocurrió en diciembre del 2018.

Con estos fondos, se propone ponerlos a disposición de los grupos que tengan proyectos que necesiten de alguna financiación. Se estudiarán las necesidades de cada grupo que lo solicite.

El P. Óscar nos insta a hacernos más visibles, a tener más presencia en ferias de entidades y acontecimientos que se produzcan en cada población. Y que llevemos algún signo que nos identifique: bufanda, pañuelo, pin, roll up…

Seguidamente toma la palabra una representante de cada grupo y nos ponen al día de las actividades que llevan a cabo y los componentes de los grupos.

Concluida la dinámica, compartimos mesa todos los asistentes.

El XXX Encuentro Regional concluye con la celebración fraterna de la Eucaristía.

La esperanza de los pobres nunca se frustrará
(Papa Francisco)