Colabora
Son muchos y muy variados los recursos necesarios, desde lo obvio: la acción directa de los voluntarios y las donaciones, hasta otros que puede que no imagines. Por eso hacemos un llamamiento también a las empresas: tenemos programas que no serían posibles sin su implicación.
El voluntariado AIC
Las actividades son muy variadas, algunas en contacto directo con los usuarios, otras no. Nuestro voluntariado ha encontrado su forma de colaboración, aquella en la que saben que pueden ayudar mejor.
Comedores, economatos, refugios
Todas estas actividades tienen la logística de un negocio:
Tareas administrativas (inventario, provisión de recursos, cuentas), tareas comerciales (relación con proveedores, logística, recepción de pedidos), tareas manuales (elaboración y servicio de la comida, reposición de género, “caja”, limpieza)


Talleres ocupacionales,
alfabetización, apoyo escolar
¿Sabes leer y escribir?
Todavía hoy hay personas sin alfabetizar, niños con dificultad para seguir el ritmo de clase o migrantes que no hablan nuestro idioma.
¿Tienes habilidades manuales o un hobby?
Los talleres y el juego ayudan a desarrollar capacidades y a mejorar la socialización.
Acompañamiento, socialización (entretenimiento)
El fin último es combatir la soledad e integrar en un grupo al usuario, aquí es muy importante la constancia, la ternura y la paciencia. Tampoco está de más algo de creatividad.


Asesoramiento, capacitación profesional, reinserción social y laboral
Estos programas ofrecen la oportunidad de compartir tus habilidades profesionales, ya sea como docente o echando una mano con el planeamiento y la organización.
Los socios AIC
Somos una gran familia enfocada en la lucha contra las desigualdades, y somos muchos.
Nuestra organización es completamente democrática y asamblearia, y estamos abiertos a cualquier asociación con otros que aumente las posibilidades de alcanzar los objetivos que nos hemos marcado en nuestra lucha contra las pobrezas.
También tenemos la figura del voluntario cotizante, que paga una cuota al año. La cantidad la pone el propio cotizante y es variable, según su voluntad y posibilidades económicas en el momento en que efectúa su donativo. Cada uno aporta lo que puede; todo es bienvenido, y muchos pocos hacen un montoncito.
Si tú también te sientes llamado a luchar contra las pobrezas, unamos nuestras fuerzas, juntos haremos más, lo haremos mejor y lo haremos más rápido.
Las empresas y AIC
Necesitamos a la empresa y al empresario/autónomo, y no sólo en la financiación, su apoyo marca la diferencia y permite el desarrollo de muchas de nuestras actividades:
Actualmente tenemos en marcha programas de reinserción laboral que requieren de alianzas con la empresa, tanto en la fase de formación como en la de búsqueda de empleo.
Los programas de inserción social incluyen actividades y visitas pensadas para crear un ambiente que facilite relaciones personales donde se trabaje la confianza, la empatía, el trabajo en equipo…
La gran distribución de productos básicos (supermercados, comedores…) requiere de logística, gestión, administración…
Esto son sólo unos ejemplos, en definitiva, necesitamos eso que tú haces tan bien en tu negocio, y con lo que puedes ayudar a esta labor.
Los donantes AIC
Grandes o pequeñas, el dinero no lo es todo y, de hecho, no es la parte central de nuestros esfuerzos (preferimos invertir en intangibles) pero, indudablemente, ayuda mucho.
Nuestro benefactores deciden cuánto y qué tipo de donación les viene mejor: regular, con una cuota mensual o anual, o puntual.
Puedes hacer tus donativos con un ingreso en la cuenta: ES46 0075 7007 8106 0305 5205
Banco de Santander. Titular: Fondo Solidaridad España.
O vía BIZUM:
1. Desde la app bancaria en que tengas Bizum activo selecciona ‘hacer un donativo’
2. Escoge nuestra asociación, introduciendo manualmente el código 01470
3. Teclea el importe que quieres donar y envía
Los legados y AIC
Una vida dedicada al servicio garantiza ya el mejor legado:
siembra la esperanza de alcanzar un mundo justo en que todos tengamos una oportunidad.
Este es un proyecto que nos sobrevivirá a todos, porque es el Plan de Dios.
Si te estás preguntando cómo puedes aumentar las posibilidades de que eso pase pronto, quizás quieras invertir en ese futuro aquello que ya no te hará falta, y que no necesitará nadie de tu entorno cercano.